Foo Fighters - Quilmes Rock - 4 de Abril

Esta es la historia a la odisea de ir a un Quilmes rock un miércoles, que llueva con rayos y sobrevivir para contarlo. Es la historia de la travesía que tuve que vivir desde Caballito hasta Nuñez.
No voy a hacer comparaciones porque no es mi estilo, pero cada vez entiendo menos cómo es que nosotros, los consumidores no nos quejamos de esto como corresponde y muy por el contrario aceptamos esto y todo lo demás (además del excesivo precio.
Llegué, a pesar de todo, con los minutos justos para disfrutar del estadio lleno de gente y mirando de reojo el cielo que ya se atrevía a mostrar lo que dentro de algunos minutos se convertiría en la tormenta perfecta.
Bastó que me pueda posicionar como corresponde para que Alex Turner comience a tocar y, mágicamente, los rayos comenzaran a visitarnos con sus amigas, las gotas.

 Muchos aún escucho quejarse por la lluvia, y esos rayos que parecían que iban a caer al lado nuestro. Sin embargo yo, que suelo hacer cosas raras para la gente normal, quiero aprovechar esta ocasión, dado que el recital en si fue muy parecido al vivido en Lollapalooza, para hacer una mención especial a esa compañera loca que me acompaño toda la noche. La lluvia.

Si, esa linda lluvia que hace que uno se quiera mojar todos los días; así. Y ahí. Como esas lluvias que te agarran en el medio de un partido de fútbol, en el medio de la cancha (sic) y decís "que mierda", pero después de los primeros cinco minutos, la cara se empieza a transformar y todo pasa a ser una cosa inexplicable.

Y esas cosas inexplicables, todas ellas, sucedieron esa noche. Para la preocupación de muchos y para la alegría de otros, luego de que un engripado Alex deje el escenario sin la posibilidad de hacer los bises porque se caía el techo, y de que los técnicos salieran como si hubiera habido un accidente de F1, la cara de muchos de nosotros se transformó al imaginar que lo peor estaba cerca: La cancelación del show. Me mojo todo lo que quieran, pero no me suspendan el show; ya era un simple orgullo por haber llegado a tiempo desde Almagro a Nuñez.

Pero no, Dave en un acto al cual simplemente vamos a denominarlo LET'S GO ROCK, FUCKERS! salió y sin que le importe nada dijo "Vamos a tocar igual, y ninguna lluvia nos va a detener". Y en ese momento, ahí, sentía que las piernas se me estaban por caer.

Si, por un lado lo pensás y es raro ver un recital con las luces prendidas; pero a la vez, ¡ves todo! Tanto vos como ellos. Y lo mismo dijo Dave al final cuando comentó como la devolución del público (Gracias Argentina por ser, cuando queres, como sos) que ellos no están acostumbrados a ver. Imagino que el hecho de que ellos vean lo loco que te estas poniendo los debe poner mas locos y así, sucesivamente...

El recital no varió mucho a lo que ya dijimos, sucedió en Chile.

Lo que si, aún no puedo creer de haber visto y creo que jamás me cansaré de hacerlo, es de esto. Enjoy.




De aquí para allí (AKA Back & Forth)


Por segundo año Lollapalooza reunió a más de cien mil personas durante el fin de semana en Santiago de Chile. Para los que recién se desayunan, lamentablemente no mucho tiene que ver con el festival Hullabalooza de Los Simpsons al que, seguramente muchos de nosotros nos habría gustado asistir. Lollapalooza es un festival original de Estados Unidos, que se originó consecutivamente entre los años 1991 hasta 1997 bandas como Jane's Addiction; para hablar en criollo, sería el WoodStock de los 90. Todavía me asombra como es que esta clase de festivales no llegan a suelo argentino. ¿Serán los costos? ¿Serán los empresarios? ¿Serán las bandas? Nevermind, estamos acá para conmemorar y hacer honor a algo mas importante; era por eso que era donde yo sentía que debía estar; era la primera vez en que Dave Grohol y compañía pisarían suelo sudamericano con esa banda descomunal llamada Foo Fighters (Si, dejamos de lado su visita con Nirvana en 1994). Era además, mi primer festival, esa enciclopedia interactiva que te muestra lo que es vivir música, como una Enciclopedia de Rock (Capusotto Dixit) que querés absorber, que se apodere de tu ser y salir a gritar a los cuatro vientos que no hay mejor lugar en donde estar parado que ante toda esa gente sin ningún otro interés que ese: La música. De lado queda el sol, de lado queda el exquisito humor chileno y todas las cosas por las que uno tiene que pasar para llegar a esos dos -al principio- interminables días. Era y, es, la ocasión perfecta para poder festejar y disfrutar de esas bandas que siempre quisiste escuchar pero que sabes que hay altas probabilidades de que jamás las encuentres en tu país; y, a menos que seas millonario y puedas ir a recitales de país en país, hay que aprovechar esas 48 horas de pura música.

Friendy Fires, TV On The Radio, Foster The People, Gogol Bordello y Morodo fueron algunas de las bandas que empezaron a calentar las tardes de ese fin de semana glorioso en el Parque O’Higgins para dar lugar a las bandas que todos queríamos ver; y cuando digo todos, me refiero a todos aquellos que asistimos al festival con el fin de escuchar música y no como acto de presencia (No me atrevo a decir Check In) para encajar en esta Generación X. Es sabido que en todo recital hay gente que va para simplemente poder subir una foto en las redes sociales de su preferencia pero este caso fue, por lejos, el peor de todos.

El Sábado fue el turno de Cage The Elephant, Gentleman y Gogol Bordello, quien le dejó el paso a la banda liderada por Alex Turner: LA banda del Sábado (¿En serio tenía que cerrar Bjork?). Es raro decir esto, pero me sorprendió que Alex vaya diciendo de qué álbum era/es cada tema. ¿Es algo normal en él o simplemente lo hizo porque tenía miedo de que la gente no sepa qué música toca? Creo que hay un momento bisagra en la vida del artista en donde este ya no tendría que explicar el origen de sus temas sino, simplemente, cantarlos aunque sea con el mejor estilo Pablito Ruiz. El Riff de "Don't Sit Down 'Cause I've Moved Your Chair" fue detonador suficiente para que la emoción desbordara por mis venas. Siguieron jugando con la ebullición en mis venas con Teddy Picker, Crying Lightning, The Hellcat Spangled Shalalala, Library Pictures y Brianstorm; así fueron yendo y viniendo por sus discos de estudio para terminar su repertorio con When the Sun Goes Down. Después de mucho gritar y esperar por R U Mine y, sus hits más conocidos (Fluorescent Adolescent, 505) la banda de Sheffield se despidió del escenario y de Chile para darle lugar a Bjork, momento que no podrá ser comentado por mi, porque me fui a ver en lo que yo considero el mejor teatro multiuso de TODA latinoamérica: El Movistar Arena, quien albergó al famoso Calvin Harris; lugar que fue propicio para que el DJ pueda desplegar una batería de luces, efectos y sonidos de esos que te vuelan (literalmente) la cabeza. La gente ahí si, acompaño, gritó y bailó como si se cayera el mundo al otro día.

Alex Turner vs. Pablito Ruiz
El domingo era el día esperado; todo muy lindo con el sábado y su antesala, pero era el domingo lo que todos queríamos vivir. Todo muy lindo con Illya Kuryaki and the Valderramas pero Band Of Horses, era mejor opción. Catorce canciones fueron suficientes para ganarse el público, desde el comienzo (The First Song) hasta su aclamado hit (The Funeral), pasando por temas como No One's Gonna Love You, Am I A Good Man y Marry Song, demostraron de lo que son capaces y, mas aún, de que pueden llenar cualquier estadio a fuerza de voluntad y de buenos temas que han sabido cosechar en estos ocho años. Luego vino MGMT que comenzó con una suave versión de Congratulations para ir subiendo el clima de la tarde. A medida que pasaban los temas de la banda de Brooklyn, como Kids, It's Working y Time To Pretend en la mitad del show nos deleitaron con el cover Hot Smoke & Sassafrass de Bubble Puppy con la cordillera de fondo para, luego de casi una hora y monedas, ir dando de cierre el telón para lo que sería el Main Event. A esa altura de la noche, del domingo y, del fin de semana, ya no importaba el dolor, ya no dolía el cansancio o el calor.

Lista de canciones de MGMT
Se apagaron las luces y mi corazón estaba a punto de explotar, incluso puedo cerrar los ojos y sentir como todavía me tiemblan las piernas. ¿Por qué esos nervios? Fácil: Era la primera vez que los iba a ver; a diferencia de otras bandas a las que uno frecuenta y conoce sus rituales (por no decir procedimientos) esperé mucho y contuve mucho las ganas de querer informarme sobre el mismo. ¿Con qué tema abriran? ¿Cuales serán los bises? ¿Terminará con Everlong? ¿Harán todos los temas de Wasting Light? Muchas preguntas, muchas dudas y muchas emociones contenidas para poder liberarlas en tan poco tiempo.

El recital fue de los mejores que escuche. Dave se pone la banda a los hombros y la maneja con una experiencia que él solo posee. Hace y desase, grita y se calla, hacernos gritar y corear, e incluso de correr y mover el cuello a lo Cliff Burton sin siquiera despreocuparse de desgarrar esa guitarra. El comienzo con All My Life hace que te explote la cabeza de la emoción. No se guarda nada, grita a lo William Wallace; a pesar de que el público no acompañaba (Es brutal la diferencia entre el público de allá y el de acá, incluso con lluvia) toca con violencia, como si quisiera demostrar que los sentimientos que alguna vez recorrieron las venas de aquel joven de Ohio estuvieran intactas. Rope, The Pretender (Punto alto de la poesía moderna), My Hero y Learn To Fly (A.K.A. una que sepamos todos) fueron los primeros temas que Dave cantó sin parar, hasta que saludó al público pidiendo perdón por no haber venido antes. Como si tuviéramos nosotros que perdonarlo a él...

En retrospectiva, hay muchas cosas que quizá me hubieran gustado cambiar de show. Yo quizá, hubiera empezado con In Your Honor. Se también, que muchos nos quedamos con ganas de ver más y en mi particular caso, con muchas ganas de escuchar “Walking after you”, "But Honestly" o "A Matter Of Time" en vivo, pero no a modo de queja, sino a que, como hemos hablado en alguna ocasión, jamás podremos diagramar el recital perfecto.



Hubo tiempo para presentación formal de la banda, tiempo para que todos nos quedemos coreando su nombre, tiempos para solos de Tyler y Nate. Incluso solo de Dave, que por suerte, los comensales argentinos supieron llevarlo al extraño al hacerlo tocar la batería EN VIVO!



Hubo tiempo para lo que Dave considera la mejor canción de Foo Fighters (These Days), hubo tiempo para hacer una magnífica versión de In The Flesh y mejor aún para terminar la primera parte con Best Of You.

La vuelta fue especial. Desde el momento que se ve el acting que a Dave le encanta hacer tanto en videos como en persona (No puedo dejar de imaginarmelo en la vida cotideana) se sabe que uno va a reirse como nunca. Porque Foo Fighters tiene esa peculiaridad de poder hacerte subir y sacar la violencia de adentro, como de tocar lo mas profundo de tu alma y dejarte pensando casi al punto de una epifanía de vida, de esas que te hacen preguntar para que sirve todo. El regreso empezó con Wheels acústico, siguió con Time Like These, Bad Reputation junto a Joan Jett para si, como efectivamente se suponía, terminar con Everlong.



Ahora es cuando se recuerda con nostalgia el fatídico regreso, ese que se vive cuando todo el mundo sale de golpe y el transporte no es suficiente. Ahora es cuando te acordás de esas sensaciones compartidas con la persona que mas amas en el mundo y sentís que el mundo te reconforta, ese que te hace sentir el amor, hacia el mundo, hacia la música y hacia la vida. Porque, seamos sinceros, hay pocas chances de que tenga la posibilidad de volverlos a ver en vivo, pero a pesar de eso, puedo decir con total felicidad, yo formo parte de la Generación X. Yo, vos, nosotros, estuvimos ahí...

Hey You!


Antes que nada, quiero hacer un disclaimer: Si llegaste acá por casualidad o causalidad y esperas encontrarte con un review sobre el recital, podes con todo mi apoyo, salir corriendo. Primero, porque no fue/es un recital; fue una obra magníficamente compuesta tanto desde lo visual, pasando por lo teatral, con un pequeño paso por lo tecnológico hasta lo musical.

El show de ayer tendría que marcar un hito en todos los sentidos posibles. Principalmente es de la industria, quien debería ofrecer montajes así en los shows y, obviamente, mejorar la calidad de sonido. En ese sentido Roger Waters no escatimó en lo mas mínimo para hacernos sentir parte del mismo, desde la música, hasta las voces, con el paso de las balas y los helicópteros. Sean sinceros, mas de uno creyó que un helicóptero estaba volando el estadio.

 

Si, lo se; es contradictorio que la misma pared que él mismo quiso construir para separarse del público (No hay que olvidarse que él estudiaba arquitectura en la universidad) sea la que hoy, como ayer, una generaciones y a miles de personas; pero lo interesante de The Wall es que justamente se la puede utilizar para el momento en el que lo escuches; una pared en blanco puede ser la excusa perfecta para descargar emociones, sentimientos, expresarlos, aislarte o simplemente mirarla y no pensar en nada. Así de vacía, así de completa. Surgida durante una gira de Animals en Montreal, cuando un fanático fue escúpido por Waters, este imaginó construir una pared entre el escenario y la audiencia, lo que llevó posteriormente a la concepción del álbum que finalmente apareció en el año 79. Posteriormente le fueron agregando ladrillos como la guerra, el fracaso sentimental, la violencia, capitalismo e incluso, la locura.

Los primeros cinco minutos fueron mas que suficientes. Si el show hubiese terminado ahí, me habría levantado contento del asiento de River aplaudiendo y me habría ido a mi casa feliz de haber visto tal demostración de calidad sonora (Parlantes 5.1) y visual (Todavía sigo anonadado con la definición de la pantalla). Al recital no hace falta sacarle nada ni mucho menos agregarle para decir que es un antes y un después en la vida de la gente que lo presencia; ni siquiera la dolorosa ausencia de Gilmour se lamenta al saber que se necesitan dos personas para reemplazarlo. Hasta en dicha falta, Roger hace todo lo posible por alegrarte la noche.

Después de mucho análisis, después del necesario descanso del cansancio mental producido por el mismo, podemos empezar a preguntarnos si está bien que haya escenas grabadas de otros recitales e incluso sonidos pre-grabados (La única forma que encontré para descubrir cómo la imagen de la pantalla no se interpone con la animación). Sin embargo, Roger además de un gran músico, compositor y arquitecto es un gran actor, y creo sabe mejor que nadie como hacer para que nadie le de importancia a insignificantes detalles; él siente las canciones, y lo demuestra con todo su cuerpo, con la presencia, con la cara, con la mirada y con las manos. Todavía hay momentos en donde dudo si los sonidos provenían de los parlantes o eran reales, de la fidelidad que tenían los mismos. Incluso aún, al mirar los videos grabados del recital, se me vuelve a erizar la piel, a llenar los ojos de lágrimas de felicidad, al recordar dicho momento y sentir, que la pared de mi interior, se quebró. Para siempre.

Les dejo uno de los mejores momentos de la noche

Dime La Forma


Acércate, sin acercarte...Como un puente que salte la distancia.

Estamos en condiciones de decir que Spinetta ha sido mas que un músico, un poeta. Ha sido una conexión, ese derribador de murallas, generaciones, estilos y prejuicios que con el pasar de los años varios de nosotros hemos disfrutado en la soledad de nuestro hogar, en la ruta, o simplemente en momentos donde nos sentimos identificados con alguna de sus letras.

Ha sido amigo y ha tocado con todos los grandes del Rock argentino: Pappo, Charly García, Cerati y muchos (no me atrevo a decir todos) de alguna manera siempre han entendido lo importante y la importancia de su figura como referencia y tributo en sus canciones.

Son muchas las canciones del flaco y sus frases. Ahora, con mas pilas que ayer, en cuanto me enteré de la noticia, recuerdo una que me sirvió para pensar en grande: Tengo que aprender a volar entre tanta gente de pie.

La primera conexión a la cual yo le quiero agradecer al flaco, fue poder disfrutar de él con mi viejo. No fueron muchos los discos que pude escuchar con él. La unión con mi viejo sólo se dio con Spinetta, Queen y, a lo último con Ray Charles; pero sí tengo el recuerdo de escuchar todo el CD Pelusón of milk en un viaje y a partir de ahí, nunca mi vida volvió a ser lo mismo. A partir de ahí entendí lo importante que era este sujeto para todo el Rock y eso me llevó a buscar nuevos horizontes, encontrando sonidos oscuros e introspectivos de la mano de Almendra y Pescado Rabioso. Aún recuerdo, cuando estudiando guitarra, grabé a CD ese Artaud molesto con Rodolfo García en batería que volaría mi cabeza.

Lo que mas me preocupa de ver que se apaguen las luces de artistas argentinos, es ver que no vienen nuevas camadas de gente que pueda inspirar a gente como inspiraba ellos. ¿Será una generación faltante o es culpa nuestra como consumidores?

Tampoco nos vamos a detener a hablar de esa mierda llamada Cáncer, o de las sabidas adicciones del flaco; prefiero quedarme con lo bueno y recordarlo así, con esas frases que me tocan el alma, las emociones y las lágrimas en los ojos...

Buena Suerte y Hasta Luego, Flaco...

Top Five de Luis Alberto Spinetta
 

Canción para los días de la vida

 

Farol de amor



Bajan

 

Despiértate nena




Spinettalandia