Hay bandas que uno espera poder escuchar en vivo toda la vida y otras bandas que cree que nunca va a poder hacerlo.
Es raro. Porque si bien mas de una vez me sentí en el momento y lugar equivocado en lo que respecta al movimiento musical actual (ni hablar de la escasez de bandas que llegan al país) de golpe uno empieza a aceptar su destino y se conforma con las grabaciones, los dvds y las remasterizaciones. Desde el momento en el que empecé a escuchar a The Vaccines que fui como cosechando en mi interior la intensión de poder escucharlos en vivo, de poder saltar y vibrar con ellos. Quizá por eso me gustaron en primera medida y sentía que eran una banda para mi. Y la verdad, que no defraudaron en nada.
Los cuatro londinenses son mas que una banda de rock. Son amigos. Amigos que se juntan a tocar, a cualquier hora y en cualquier lugar. Y no importa si hay doscientas o mil personas, suben, desafinan y gritan como la banda de rock que son. Por eso cuando aparecen los cuatro, lo hacen con las luces prendidas, con una cerveza en la mano cada uno. Por eso cuando están tocando Árni Árnason se acerca a Pete Robertson y se ríen juntos.
Son mas que una banda de rock y eso es lo que contagian a pesar de ver claramente que son cuatro personas de personalidades distintas.
El show comienza un poco después de la hora pactada con todo el poder del primer tema de su segundo disco: No Hope y, como era de esperarse, van a ir al rock pesado sin escalas: Wreckin' Bar, Ghost World. Lo mas extraño del mundo es que a pesar de sonar relavitamente alto y, de desafinar a propósito, claramente se escucha la nota correcta y la pesada voz de Justin Hayward-Young.
El bajo junto a la batería son lo mejor de la noche. A Lack of Understanding, Under Your Thumb y All In White, If You Wann hacen explotar la noche y las ganas de saltar, de romper y de gritar. Los cuatro contagian, cada uno a su manera de querer hacer de todo y todo a la vez. La verdad es que no recuerdo la última vez de haber sentido algo así con una banda.
Cualquier solo o final de guitarra como excusa, es momento para que los cuatro se acerquen al corazón de la banda y se junten como si estuvieran en una sala los cuatro solos. Sin que les importe el frío, la gente salieron a demostrar de porque los Rolling Stones quisieron que ellos sean la banda que abra su próxima gira que se iniciará en Hyde Park el próximo 6 de Junio, lugar que los vio nacer por primera vez 44 años antes.
Sobresale también la capacidad de Justin de poder llevar la voz a cualquier nivel que se proponga, donde te puede cantar lo mas tranquilo del mundo en Family Friend o te puede quemar la cabeza con Bad Mood.
También hubo tiempo para mostrar nuevo material llamado Melody Calling que a mi particularmente me encantó demostrando lo versátil que puede ser la banda post ramones o te puede sonar a lo mejor de Iggy Pop.
Lo que mas triste me pone de todo esta mezcla de sensaciones con las que me fui caminando después de haber disfrutado de un recital al cual creí nunca tendría la chance de llegar vivo es que solamente tienen dos discos para poder disfrutar en vivo. Era un recital para que dure toda la noche hasta que nos vengan a echar a todos por la fuerza y así y todo, no nos vayamos.
Confucio se preguntaba: "¿Qué es la muerte? Si todavía no sabemos lo que es la vida". La vida, señoras y señores, es haber estado presente esta noche gritando desaforadamente como si mañana, no existiera...
Por segundo año Lollapalooza reunió a más de cien mil personas durante el fin de semana en Santiago de Chile. Para los que recién se desayunan, lamentablemente no mucho tiene que ver con el festival Hullabalooza de Los Simpsons al que, seguramente muchos de nosotros nos habría gustado asistir. Lollapalooza es un festival original de Estados Unidos, que se originó consecutivamente entre los años 1991 hasta 1997 bandas como Jane's Addiction; para hablar en criollo, sería el WoodStock de los 90. Todavía me asombra como es que esta clase de festivales no llegan a suelo argentino. ¿Serán los costos? ¿Serán los empresarios? ¿Serán las bandas? Nevermind, estamos acá para conmemorar y hacer honor a algo mas importante; era por eso que era donde yo sentía que debía estar; era la primera vez en que Dave Grohol y compañía pisarían suelo sudamericano con esa banda descomunal llamada Foo Fighters (Si, dejamos de lado su visita con Nirvana en 1994). Era además, mi primer festival, esa enciclopedia interactiva que te muestra lo que es vivir música, como una Enciclopedia de Rock (Capusotto Dixit) que querés absorber, que se apodere de tu ser y salir a gritar a los cuatro vientos que no hay mejor lugar en donde estar parado que ante toda esa gente sin ningún otro interés que ese: La música. De lado queda el sol, de lado queda el exquisito humor chileno y todas las cosas por las que uno tiene que pasar para llegar a esos dos -al principio- interminables días. Era y, es, la ocasión perfecta para poder festejar y disfrutar de esas bandas que siempre quisiste escuchar pero que sabes que hay altas probabilidades de que jamás las encuentres en tu país; y, a menos que seas millonario y puedas ir a recitales de país en país, hay que aprovechar esas 48 horas de pura música.
Friendy Fires, TV On The Radio, Foster The People, Gogol Bordello y Morodo fueron algunas de las bandas que empezaron a calentar las tardes de ese fin de semana glorioso en el Parque O’Higgins para dar lugar a las bandas que todos queríamos ver; y cuando digo todos, me refiero a todos aquellos que asistimos al festival con el fin de escuchar música y no como acto de presencia (No me atrevo a decir Check In) para encajar en esta Generación X. Es sabido que en todo recital hay gente que va para simplemente poder subir una foto en las redes sociales de su preferencia pero este caso fue, por lejos, el peor de todos.
El Sábado fue el turno de Cage The Elephant, Gentleman y Gogol Bordello, quien le dejó el paso a la banda liderada por Alex Turner: LA banda del Sábado (¿En serio tenía que cerrar Bjork?). Es raro decir esto, pero me sorprendió que Alex vaya diciendo de qué álbum era/es cada tema. ¿Es algo normal en él o simplemente lo hizo porque tenía miedo de que la gente no sepa qué música toca? Creo que hay un momento bisagra en la vida del artista en donde este ya no tendría que explicar el origen de sus temas sino, simplemente, cantarlos aunque sea con el mejor estilo Pablito Ruiz. El Riff de "Don't Sit Down 'Cause I've Moved Your Chair" fue detonador suficiente para que la emoción desbordara por mis venas. Siguieron jugando con la ebullición en mis venas con Teddy Picker, Crying Lightning, The Hellcat Spangled Shalalala, Library Pictures y Brianstorm; así fueron yendo y viniendo por sus discos de estudio para terminar su repertorio con When the Sun Goes Down. Después de mucho gritar y esperar por R U Mine y, sus hits más conocidos (Fluorescent Adolescent, 505) la banda de Sheffield se despidió del escenario y de Chile para darle lugar a Bjork, momento que no podrá ser comentado por mi, porque me fui a ver en lo que yo considero el mejor teatro multiuso de TODA latinoamérica: El Movistar Arena, quien albergó al famoso Calvin Harris; lugar que fue propicio para que el DJ pueda desplegar una batería de luces, efectos y sonidos de esos que te vuelan (literalmente) la cabeza. La gente ahí si, acompaño, gritó y bailó como si se cayera el mundo al otro día.
Alex Turner vs. Pablito Ruiz
El domingo era el día esperado; todo muy lindo con el sábado y su antesala, pero era el domingo lo que todos queríamos vivir. Todo muy lindo con Illya Kuryaki and the Valderramas pero Band Of Horses, era mejor opción. Catorce canciones fueron suficientes para ganarse el público, desde el comienzo (The First Song) hasta su aclamado hit (The Funeral), pasando por temas como No One's Gonna Love You, Am I A Good Man y Marry Song, demostraron de lo que son capaces y, mas aún, de que pueden llenar cualquier estadio a fuerza de voluntad y de buenos temas que han sabido cosechar en estos ocho años. Luego vino MGMT que comenzó con una suave versión de Congratulations para ir subiendo el clima de la tarde. A medida que pasaban los temas de la banda de Brooklyn, como Kids, It's Working y Time To Pretend en la mitad del show nos deleitaron con el cover Hot Smoke & Sassafrass de Bubble Puppy con la cordillera de fondo para, luego de casi una hora y monedas, ir dando de cierre el telón para lo que sería el Main Event. A esa altura de la noche, del domingo y, del fin de semana, ya no importaba el dolor, ya no dolía el cansancio o el calor.
Lista de canciones de MGMT
Se apagaron las luces y mi corazón estaba a punto de explotar, incluso puedo cerrar los ojos y sentir como todavía me tiemblan las piernas. ¿Por qué esos nervios? Fácil: Era la primera vez que los iba a ver; a diferencia de otras bandas a las que uno frecuenta y conoce sus rituales (por no decir procedimientos) esperé mucho y contuve mucho las ganas de querer informarme sobre el mismo. ¿Con qué tema abriran? ¿Cuales serán los bises? ¿Terminará con Everlong? ¿Harán todos los temas de Wasting Light? Muchas preguntas, muchas dudas y muchas emociones contenidas para poder liberarlas en tan poco tiempo.
El recital fue de los mejores que escuche. Dave se pone la banda a los hombros y la maneja con una experiencia que él solo posee. Hace y desase, grita y se calla, hacernos gritar y corear, e incluso de correr y mover el cuello a lo Cliff Burton sin siquiera despreocuparse de desgarrar esa guitarra. El comienzo con All My Life hace que te explote la cabeza de la emoción. No se guarda nada, grita a lo William Wallace; a pesar de que el público no acompañaba (Es brutal la diferencia entre el público de allá y el de acá, incluso con lluvia) toca con violencia, como si quisiera demostrar que los sentimientos que alguna vez recorrieron las venas de aquel joven de Ohio estuvieran intactas. Rope, The Pretender (Punto alto de la poesía moderna), My Hero y Learn To Fly (A.K.A. una que sepamos todos) fueron los primeros temas que Dave cantó sin parar, hasta que saludó al público pidiendo perdón por no haber venido antes. Como si tuviéramos nosotros que perdonarlo a él...
En retrospectiva, hay muchas cosas que quizá me hubieran gustado cambiar de show. Yo quizá, hubiera empezado con In Your Honor. Se también, que muchos nos quedamos con ganas de ver más y en mi particular caso, con muchas ganas de escuchar “Walking after you”, "But Honestly" o "A Matter Of Time" en vivo, pero no a modo de queja, sino a que, como hemos hablado en alguna ocasión, jamás podremos diagramar el recital perfecto.
Hubo tiempo para presentación formal de la banda, tiempo para que todos nos quedemos coreando su nombre, tiempos para solos de Tyler y Nate. Incluso solo de Dave, que por suerte, los comensales argentinos supieron llevarlo al extraño al hacerlo tocar la batería EN VIVO!
Hubo tiempo para lo que Dave considera la mejor canción de Foo Fighters (These Days), hubo tiempo para hacer una magnífica versión de In The Flesh y mejor aún para terminar la primera parte con Best Of You.
La vuelta fue especial. Desde el momento que se ve el acting que a Dave le encanta hacer tanto en videos como en persona (No puedo dejar de imaginarmelo en la vida cotideana) se sabe que uno va a reirse como nunca. Porque Foo Fighters tiene esa peculiaridad de poder hacerte subir y sacar la violencia de adentro, como de tocar lo mas profundo de tu alma y dejarte pensando casi al punto de una epifanía de vida, de esas que te hacen preguntar para que sirve todo. El regreso empezó con Wheels acústico, siguió con Time Like These, Bad Reputation junto a Joan Jett para si, como efectivamente se suponía, terminar con Everlong.
Ahora es cuando se recuerda con nostalgia el fatídico regreso, ese que se vive cuando todo el mundo sale de golpe y el transporte no es suficiente. Ahora es cuando te acordás de esas sensaciones compartidas con la persona que mas amas en el mundo y sentís que el mundo te reconforta, ese que te hace sentir el amor, hacia el mundo, hacia la música y hacia la vida. Porque, seamos sinceros, hay pocas chances de que tenga la posibilidad de volverlos a ver en vivo, pero a pesar de eso, puedo decir con total felicidad, yo formo parte de la Generación X. Yo, vos, nosotros, estuvimos ahí...
Antes que nada, quiero hacer un disclaimer: Si llegaste acá por casualidad o causalidad y esperas encontrarte con un review sobre el recital, podes con todo mi apoyo, salir corriendo. Primero, porque no fue/es un recital; fue una obra magníficamente compuesta tanto desde lo visual, pasando por lo teatral, con un pequeño paso por lo tecnológico hasta lo musical.
El show de ayer tendría que marcar un hito en todos los sentidos posibles. Principalmente es de la industria, quien debería ofrecer montajes así en los shows y, obviamente, mejorar la calidad de sonido. En ese sentido Roger Waters no escatimó en lo mas mínimo para hacernos sentir parte del mismo, desde la música, hasta las voces, con el paso de las balas y los helicópteros. Sean sinceros, mas de uno creyó que un helicóptero estaba volando el estadio.
Si, lo se; es contradictorio que la misma pared que él mismo quiso construir para separarse del público (No hay que olvidarse que él estudiaba arquitectura en la universidad) sea la que hoy, como ayer, una generaciones y a miles de personas; pero lo interesante de The Wall es que justamente se la puede utilizar para el momento en el que lo escuches; una pared en blanco puede ser la excusa perfecta para descargar emociones, sentimientos, expresarlos, aislarte o simplemente mirarla y no pensar en nada. Así de vacía, así de completa. Surgida durante una gira de Animals en Montreal, cuando un fanático fue escúpido por Waters, este imaginó construir una pared entre el escenario y la audiencia, lo que llevó posteriormente a la concepción del álbum que finalmente apareció en el año 79. Posteriormente le fueron agregando ladrillos como la guerra, el fracaso sentimental, la violencia, capitalismo e incluso, la locura.
Los primeros cinco minutos fueron mas que suficientes. Si el show hubiese terminado ahí, me habría levantado contento del asiento de River aplaudiendo y me habría ido a mi casa feliz de haber visto tal demostración de calidad sonora (Parlantes 5.1) y visual (Todavía sigo anonadado con la definición de la pantalla). Al recital no hace falta sacarle nada ni mucho menos agregarle para decir que es un antes y un después en la vida de la gente que lo presencia; ni siquiera la dolorosa ausencia de Gilmour se lamenta al saber que se necesitan dos personas para reemplazarlo. Hasta en dicha falta, Roger hace todo lo posible por alegrarte la noche.
Después de mucho análisis, después del necesario descanso del cansancio mental producido por el mismo, podemos empezar a preguntarnos si está bien que haya escenas grabadas de otros recitales e incluso sonidos pre-grabados (La única forma que encontré para descubrir cómo la imagen de la pantalla no se interpone con la animación). Sin embargo, Roger además de un gran músico, compositor y arquitecto es un gran actor, y creo sabe mejor que nadie como hacer para que nadie le de importancia a insignificantes detalles; él siente las canciones, y lo demuestra con todo su cuerpo, con la presencia, con la cara, con la mirada y con las manos. Todavía hay momentos en donde dudo si los sonidos provenían de los parlantes o eran reales, de la fidelidad que tenían los mismos. Incluso aún, al mirar los videos grabados del recital, se me vuelve a erizar la piel, a llenar los ojos de lágrimas de felicidad, al recordar dicho momento y sentir, que la pared de mi interior, se quebró. Para siempre.
Cuatro meses esperándolo. Noche perfecta, luna de fondo y tren al costado como ancla a la realidad. De alguna manera, fue larga la espera pero valió la pena. Los Piojos robaron la palabra y hasta el sentimiento, pero por alguna razón que no vamos a analizar en esta ocasión (y, quizá nunca lo hagamos) se ha convertido en un Ritual terminar el año con esta clase de recitales.
Desafortunadamente y a pesar de la imperiosa necesidad de tener uno, La Renga canceló toda la gira de Algún Rayo para el 2011 (Ya están reprogramadas las fechas para el 2012 en la página oficial de la banda) y el último trimestre se veía negro en lo que respecta a recitales. Por suerte, apareció Emiliano Granados y compañía para ponerle ritmo, color y emoción a Diciembre.
Fue un recital raro en varios aspectos. Cuesta creer que recién a los 29 años y 11 meses pude disfrutar por primera vez un recital entre los tres. Quizá sea un aspecto que a los demás no les interese, pero si hay algo que siempre me sorprendió de "nosotros" fue que siempre pudimos admirar y aprender del gusto musical del otro, para bien o para mal; y, que nunca hayamos congeniado para vivir eso, de a tres se podría decir que era como una especie de cuenta pendiente...
Pasadas las 9:15 PM, el recital dio inicio con su ya típico poder que caracteriza a la banda uruguaya. Porque es uruguaya, aunque su cantante haya nacido en Argentina, vivió un 90% de su vida en Uruguay, y todos los demás músicos son uruguayos... Tampoco nos vamos a poner a analizar (al menos hoy) porque tenemos esa característica de querer adjudicarnos los triunfos de otros. Repasaron sus siete álbumes con un mix del que nadie se pudo quejar. Hicieron temas que no habían hecho en sus presentaciones en La Plata (El Equilibrista), temas del primer álbum (Yrigoyen), grandes temas que hacía mucho tiempo que no se escuchaban (Poco) antes de llegar al momento bajón, el cual también hacia mucho que no se escuchaba...
Atrás quedaron esos "momentos bajón" en donde la gente se sentaba a escucharlos, como si fuera un recital informal, todos en silencio, disfrutando de esos acordes acústicos. Temas como No necesito nada, Clara, Memorias del Olvido. Cielo de un solo color quedó para después, aunque YO lo habría incluido en el Top Five de temas bajones de NTVG.
Ese vaiben de emociones me parece genial; inclusive porque es la principal característica de la banda: Te pueden hacer subir y bajar sin necesidad de sucumbir en la obviedad. Incluso, pueden hacer una canción dolorosa (Arde, Al Vacío, Rata, Tu Defecto es el mio) sin la necesidad de caer en el ritmo pop de una balada romántica y después, en el mismo momento tocar Fuera de Control y que todo el mundo salte de un lado para el otro. Por eso disfruto esos momentos, por eso creo que todo aquel que alguna vez quiera escuchar a la banda, debe hacerlo desde el momento mas neutro pero sentimental que exista.
Como dije, fue un recital raro; de primer momento y, previo a la salida de la banda, los carteles indicaban la salida de un nuevo DVD en vivo para el 2012, lo que hacía suponer que el show iba a tener todas las luces y fuegos artificiales acordes al mismo. Murga en vivo, cuarteto vocal y un popurrí de canciones que dejaron contentos a varios de nosotros. Entre el popurrí puedo recordar: El Oficial, Tirano, Mas Mejor, Te Quiero Mas, etc. También hubo tiempo para un tango (Naranjo en Flor) con bandoneon y todo (Lo que hacía suponer que tocarían después de muuucho tiempo Cielo de un Solo Color)
Alrededor de las 11:30 y, para terminar a todo color, la banda comenzó a desplegar sus (para mi) mejores temas: No Hay dolor, Mirarte a los ojos, Una Triste Melodía, Volar, Verte Reír, Con La Misma Vara y terminar con Te Voy a Llevar (Con ese estribillo que me emociona... )
Treinta y siete canciones en total (Sumando el bis) para lo que puedo catalogar como una noche mágica tanto personal, como musicalmente hablando para terminarla con los clásicos de siempre: Pensar y No Era Cierto.
Quizá, es una simple crisis de los 30. Quizá, todavía me emociona el hecho de haber participado del (probable) DVD en vivo de otra banda que ha tocado y el hecho de pensar de que mi voz, aunque no lo parezca y no se escuche, quedará por siempre retratada (?) en algún y pueda ser escuchada por generaciones siguientes a la nuestra. Quizá, fue simplemente lo que me generó que sea el primer recital de los tres, o simplemente es que necesitaba un poco de salto, grito y aplausos...
O simplemente, la música es una de esas drogas alucinógenas que me entrega lo que necesito, como combustible para el alma.
Un recital dura mas que las tres horas en las que los artistas suben y bajan del escenario. Pero comienza antes. Mucho antes.
Para muchos de nosotros seguramente comenzará en varias y distintas etapas; pero lo importante es que comience. Siempre. El comenzar es hermoso en cualquier proceso: los preparativos, dejar volar la imaginación, que aparezca la ansiedad mezclada de emoción, las ganas que te dibujan esa sonrisa de querer que llegue YA ese momento; esperarlo y pensarlo en el trabajo, en tu casa, o mientras viajas y te imaginas viajando, pero con un destino mas específico.
No se como será en otras partes del universo, pero este recital, como todos los anteriores comenzó muchos meses atrás, cuando al enterarme de que La Renga iba a presentar el disco; comenzamos con los preparativos de investigación sobre cómo obtener las entradas y estar así presentes en la presentación oficial de Algún Rayo, el 11vo. disco de la banda de Mataderos.
No había otro lugar en el que estar. No había forma de perderse semejante evento. No había mejor manera de terminar el año. El recital es mas que el show en Rosario, la idea de salir de viaje con amigos, compartir momentos, risas, saltos, gritos, cambiar de aire y que ese aire se contagie de música para el oído de treinta mil personas que delilaron con el los doce nuevos temas de Algún Rayo es lo que a mi gusto, debería de suceder todos los años, y mas en fechas cercanas al treinta y uno.
El primer corte, Poder ya prometía lo que la banda había estado trabajando en estos últimos dos años desde su anterior disco Trueno Tierra. No era ni fue erróneo suponer que el recital no estaría a la altura, y lo estuvo. Desde que empezó hasta que terminó la banda no bajó ni por un momento esa euforia que mantiene la furia de la bestia rock desde hace décadas atrás. Si bien siempre termina el recital con ganas de mas y con las gana de salir y comprar la entrada para el show del próximo día (Aún me cuesta entender porqué las bandas no ponen cajeros a la salida del recital, ¡sería un éxito de ventas!) esta vez el sentimiento fue mas que el pensamiento y varios se quedaron un día mas para disfrutar de la segunda fecha. Tuvo sonido, tuvo color, a pesar de la lluvia antecesora el campo estaba en perfecto estado para saltar y disfrutar. Se escuchaba perfecto desde cualquier parte del lugar y eso, al menos para mi, es impagable.
Todo viaje tiene sus anécdotas, los ansiosos que viajan antes por disponibilidad, los que viajan en el último micro disponible y los que casi se lo pierden por querer comprar un pancho antes de subir. De eso se trata este proceso de bailar en una pata a fin de año, de despedirlo saltando, y disfrutando con mis seres queridos. En mi caso, treinta mil personas disfrazados de amigo que se dan lugar sea adondenos lleve la vida, para sentirnos que el destino ciudad futura, es adonde haya Algún rayo...
Pasaron muchos años desde mi último recital y hasta que no estuve adelante del escenario, que no me percaté de cuánto necesito de estos recitales, de cuanta energía me transporta, fluye, contagia, genera y me inyecta tanto como para terminar el año (como excusa de tener que llegar a fin de año para esto) como nafta para el nuevo año que está a punto de comenzar.
Por eso no importa cuando comienza el recital para vos, que estas leyendo esto, sino que no tiene fin, porque el recuerdo persistirá, por los siglos de los siglos...
Todavía no me acostumbro a los recitales en el Gran Rex, hay algo extraño en ir a escuchar a una banda a un lugar cerrado, con butacas sentado. Si lo tengo que escribir sin filtro, tengo que decir que me molesta ir a un recital lleno de mujeres maquilladas como para una fiesta de la Embajada de Holanda, de tener a Mike Aminoguera (o como se escriba) adelante mio, o escuchar de las personas de atrás decir "pero en Nueva York (No New York) te lo comprás mas barato"; todo eso me deja un sabor amargo. Y si a eso le sumo un cartel con trescientas capas de photoshop en la cara de Cacho Castaña y otro de Cristian Castro con "La Nave Del Olvido" (Que dicho sea de paso, yo si fuera La Renga le haría juicio por matar una perfecta canción) el combo está casi completo. Pero todo eso desaparece al sentarme en mi asiento y ver un piano de cola larga, negro y una batería; tengo la alta sensación de que va a ser un recital de esos que te van a llegar al corazón, cante la canción que cante y se olvide de la(s) canción(es) que querías escuchar, porque no hay mejor sonido que un piano (De hecho, lo hizo cambiar porque el primero que le pusieron no le gustaba el sonido). Pasadas las diez de la noche, las luces se apagan y aparece ante nosotros, lo que parece ser una de las personas mas tímidas que vi en mi vida, introspectiva, dubitativa pero natural que la hacen especial, única, como su enorme voz y su sencillez para generar un clima celestial con un juego de luces y su voz. El recital empezó tranquilo, con los primeros dos temas de su último trabajo Far y para mi sorpresa, cuando venía el mejor tema del disco se fue para Folding Chair y seguir así hasta terminar una seguidilla de ocho temas (Si no me falla la memoria) para que los otros integrantes (Violín, Chelo y Batería) la dejen sola para ofrecer un verdadero espectáculo. Vuelvo a repetir, es impresionante ver como una persona tan tímida, que habla en voz baja ante el efusivo cariño del público, y que habla lo mínimo necesario y mira cuidadosamente adonde moverse antes de hacerlo, se transforma en el primer momento en el que la tecla de su piano produce sonido para despegar una voz tan clara, armoniosa y potente, digna de una persona con un caracter peculiar, vale la pena cualquier cosa que me podría haber molestado al principio del mismo. El único punto flojo del recital, es que todos nos quedamos con un sabor amargo, esperábamos (¿Necesitábamos?) un poco más, aunque me di cuenta muchas cuadras después de que en realidad, esa voz nos transportó a una galaxia tan lejana y pacífica que nuestro ser se mantuvo como extraído de la realidad que nos tormenta día a día y que por un puñado de horas desapareció de nuestros corazones y nuestra mente. Para completar un muy buen repertorio, Regina nos deleito con una canción a Cappella que hizo una vez muestra de la grandiosa voz que tiene y una version de That Time rasgando una guitarra impecablemente lustrada amarilla que aún resuena la palabra juicy en mi mente... En el bis, no quedó duda de lo que estuvo reafirmando durante toda la noche: Puede tocar y cantar de manera excelente y que grabar un disco con ella debe ser la tarea más fácil del mundo: Pones REC, la sentás a que cante y te maravillas...
Canciones The Calculation Eet Folding Chair Machine Laughing with Better Mary Ann On the radio (A Cappella) Dance Anthem of the 80´s That time Aprés Moi Human of the Year Poor Little Rich boy Music Box Man With a Thousand Faces
Es extraño para esta persona (osea yo) haber ido a un recital tan... antagónico como este, previa visita de los cuatro jinetes del apocalipsis. Un recital tan extraño donde sobraban los extranjeros, las mujeres y la buena onda. Incluso no se asemeja ni se acerca a una comparación de recitales de Calamaro, Cerati o NTVG; en absoluto, esto fue y será una experiencia única e inigualable.Es extraño que a pesar de haber pasado dos semanas y de haber plasmado los sentimientos en varias hojas de papel, notepads y notas en el celular, aún sienta escalofríos al escuchar las canciones en el iPod (Porque desde ese día, no pude dejar de escucharlas todas), los recuerdos aún permanecen a flor de piel y el simple grito de esa cálida voz hace que una suave brisa suba a través de mi espalda.Escribir todo lo que sentí durante esas tres horas nunca será suficiente y mis palabras estarán muy lejos de plasmar todo lo vivido por esas sesenta mil personas que asistieron esa noche. Pero mi imaginación se quedó corta ¡Por lejos! Los efectos, las canciones, los gritos, los globos, las mariposas, la ola de celulares e incluso hasta lo bizarro de la banda soporte fue, analizandolo en retrospectiva, algo único que no se volverá a repetir al menos hasta que vuelvan a tocar en mi país (o bien, tenga la suerte de verlos en algún lugar del mundo). Pasados quince minutos de las nueve como típicos ingleses, empezaron el show que durante casi dos horas fue ininterrumpido solo por algunas frases (porque no fueron solo palabras) de Chris Martin en un muy luchado pero entendible español; y para no dejar a nadie disconforme, improvisaron un escenario a la altura del campo (osea, al finalizar el VIP) para poder verlos lo mas cerca posible. Acá dejo un video de la cercanía de los mismos... No lo podía creer!
Completé una tarea pendiente que era ver a esta banda en vivo. Ocho meses con antelación compré las entradas sabiendo que no me arrepentiría; y las miré durante todas las mañanas, los 240 días quietas, inmóviles en mi mueble, y me ilusioné, emocioné e imaginé como sería el recital.No faltó nada, no sobró nada, tocaron el tiempo exacto que tenían que tocar, pusieron los efectos mas impresionantes que pudieran poner y como si fuera poco la gente acompaño cada nota, cada acorde y cada grito.Incluso, me sorprende que nosotros siendo argentinos individualistas y egoístas como somos, hayamos podido completar una ola bananera por nuestra propia cuenta sin depender de nadie, una muestra mas de las cosas que se pueden conseguir trabajando juntos. Si sintiera lo que sentí en el recital, todos los días, sería y viviría feliz; por que con esa sensación salimos todos los presentes. Y creo que para los viejos seguidores de Coldplay... no fueron sólo las maripositas (que nos llevamos en los bolsillos ) ni los fuegos artificiales... Fue más que eso, más! Y como si fuera poco, al final del concierto, nos dieron una copia de leftrightleftright como un recuerdo que atesoraré por siempre.
No importa lo que digan: nadie me va a sacar la sonrisa por un laaaaaaaaargo tiempo.
Lista de Temas (Si me olvidé de alguno, sepan disculpar)
Life In Technicolor Violet Hill Clocks In My Place Yellow Glass Of Water Cemeteries Of London 42 Fix You Strawberry Sing God Put A Smile Upon Your Face / Talk The Hardest Part Postcards From Far Away Viva La Vida / Lost! Por una cabeza (Carlos Gardel) Death Will Never Conquer / Billy Jean / Don Quixote Viva Remix Bis
Politik Lovers In Japan Death And All His Friends Bis 2 The Scientist Life in Technicolor ii
Cuenta la historia que allá por el año 1901 cuando un grupo de inadaptados crearon el Club Atletico River Plate lo fundaron con los colores de la bandera Genovesa. La historia de la camiseta titular del Club Atlético River Plate proviene del año 1909. Los jugadores del equipo (también fundadores) formaban parte de una comparsa de carnaval llamada "Los habitantes del infierno". Ésta constaba de un diablo rojo, y por ello poseía mucha tela de ese color. Cuando llegó el momento de jugar, los jugadores cortaron tiras de la tela roja que había sobrado y la adjuntaron a una camiseta blanca en forma oblicua con alfileres de gancho. A lo largo de toda su historia River encontraría en Boca a su rival clásico. Los dos equipos se formaron en La Boca y ambos reconocían explícitamente su herencia genovesa: en el caso de River al tomar los colores de su casaca de la bandera de Génova. 109 años después, 65.000 almas tiñeron de negro el estadio de los colores rojo y blanco, donde no escasearon las barbas largas, los jeans apretados, pulseras de cadena, motos, anillos y por sobre todas las cosas las tachas con toda esa gente que solo sale de las cuevas cuando acontece un evento como este. Ya el primer cartel al ingresar al campo advertían lo que estabamos a punto de prescensiar: "El sonido puede causar daño irreversible en los oídos", y estaba en los cierto, porque cuando a las 9:16 los 4 jinetes del apocalypsis comenzaron a tocar, nos llevaron directamente al centro de la tierra, guiados por un (EL) frontman a prueba de balas, de sacrificios, experimentos y hazañas; un guitarrista que supo traducir el sonido del metal en acordes, riffs y rasguños en una cantidad diría que ilimitada de guitarras que desfilaron durante todo el concierto ( cada canción venia acompañada de un nuevo instrumento), un bajista que por momento parece sesionista a pesar del incansable intento de James de integrarlo al grupo pero que cumple su función de acompañar y atormentar nuestras mentes con esa voz gruesa y profunda y por último con el hombre que le da carácter a la banda, poder ilimitado y que maneja todo desde atrás, como un táctico y experimetado arquero de selección. James es el verdadero Mesías, se podría decir que es casi es el ser perfecto y que tiene todo para así serlo: tiene una voz que puede ser la mas angelical y conquistar tus peores pesadillas a la vez, tiene una altura y fisico acordes al tamaño del susto que quiere transmitir, dientes perfectos, sonrisa demoniaca, diabólica y maléfica; y por sobre todo unas manos que acarician el cielo con cada acorde. A pesar de su avanzada edad (50) parece que fuera ayer cuando ese chico de pelo largo y de 17 años, abandonado por una novia escribió esa profunda canción llamada Fade to Black, la quinta canción del repertorio postergado del 2007. En total fueron 15 canciones y 3 Bis con el bonús track de terminar escuchando algo inpensado (Seek & Destroy) a pesar del gusto que quiso dar Lars al decir que iban a tocar 5 canciones mas. Pequeñas diferencias con el concierto brindado el dia Sabado donde tocaron Fuel y Battery, aunque sacaron Wherever I may roam y cambiaron los Bis (Stone Cold Crazy y Figth Fire With Fire si no me equivoco). Maneras de empezar el año hay pocas, pero hacerlo desde lo mas profundo del infierno, con un sonido tormentozo y descomunal (Aún hoy todavía sigo escuchando el Metal en mi cabeza!), sólo Metallica puede producirlo. A pesar de seguir dolido del 2007 (No porque hayan cancelado el recital, sino porque tuve que hacer la cola para devolver la entrada!) hoy, ahora puedo decir: Gracias Metallica.
Lista de Temas del Viernes
Creeping Death For Whom The Bell Tolls Wherever I May Roam Harvester Of Sorrow Fade To Black That Was Just Your Life The End Of The Line Sad But True Cyanide All Nightmare Long One Master Of Puppets Blackened Nothing Else Matters Enter Sandman Last Caress Whiplash Seek & Destroy
Ocho años pasaron de la última vez que vi en vivo a Los Fabulosos Cadillacs aunque lo recuerdo como si fuera hoy: Fui con un amigo y lo disfrutamos porque sabiamos que era uno de los últimos recitales de nuestra vida, y no era para menos; fueron casi 30 canciones de historia fabulosa que habian quedado grabadas en mi historia, hasta ayer. Día atípico, que vengo esperando desde hace seis meses cuando compré la entrada. Parece mentira que aún en el siglo XXI haya que comprar entradas con tanta anticipación para poder dsifrutar de un recital de música masivo. Retiro, tren, Barrancas de Belgrano, juntarme con amigos e ir hacia Udaondo. Cada recital, cada banda, cada estadio tiene su filosofía, sus encuentros y perspectiva. Ya desde el momento en el que uno entra a River se vive un clima especial, desde que uno se baja en Barrancas y empieza a caminar hacia River que se vive un clima de recital. Pero lo que mas nos llamó la atención durante todo el Viernes, fue que la gente que asistió al recital, fuera exactamente del a misma edad que la mia. Parece mentira, pero cada banda tiene su propio grupo de gente pero esta se define exactamente como la gente como yo soy. ¿Será por eso que me gusta tanto? ¿Será porque han vivido y tienen canciones para todo lo que me ha sucedido en la vida? Fueron exactamente 3 horas de pura música, de disfrutar de reir, de ver ese show que solo Los Fabulosos Cadillacs suelen darle a su gente. Con un Flavio mucho mas activo, un Rotman que no se cansó de soplar e incentivar a la gente. Se sintieron las ausencias, es cierto, pero nada eclipsó el hecho de Seguir la Luna hasta el final. Momento especial cuando subió Pablo Lezcano a cantar La Luz Del Ritmo donde todo el público puso las manos en el cielo y se divirtió con ese organo loco para terminar con canciones retro con la performance de los hijos de Vicentico y Flavio. Estadio lleno, gente con mucho espíritu y ganas y casi 30 canciones para revivir y sentir que lo viejo nunca murió.
Repertorio
1) Manuel Santillán, El León 2) Mi novia se cayó a un pozo ciego 3) Carmela 4) Estoy harto de verte con otros 5) El genio del dub 6) Wake up and make love with me 7) Muy, muy temprano 8) Aguijón 9) Paquito 10) Padre nuestro 11) Saco azul 12) Siguiendo la luna 13) Los condenaditos 14) Demasiada presión 15) V Centenario 16) La luz del ritmo 17) Calaveras y diablitos 18) Gallo rojo 19) Gitana 20) Carnaval toda la vida 21) Mal bicho 22) El satánico Dr. Cadillac 23) Basta de llamarme así 24) Vasos vacíos 25) Vos sabés 26) Matador 27) Guns of Brixton 28) Let’s Lynch The Landlord 29) Yo no me sentaría en tu mesa
Tres años hace que no veo un recital en el Luna Park. Hasta me había olvidado como era el ambiente, la entrada, el señor con el programa y los baños. Fue en el 2005 para el Recital de Andrés Calamaro, donde grabó el CD El Regreso, donde mi voz quedó grabada para la eternidad en esos gritos infinitos de Media Verónica. Ayer, en el Luna Park volví a vivir uno de esos momentos memorables donde toda persona amante de la música le gustaría estar: El Grupo uruguayo No Te Va Gustar, luego de cuatro CDs de estudio, tocaron, por dos horas y media con funciones agotadas los mejores temas de toda su breve pero fuerte historia. Con ese estilo Ska característico del grupo, y demostrando que pueden realizar cualquier cosa se atrevieron incluso a hacer diferentes versiones de las canciones que ya los escribieron en la historia del Rock Latinoamericano. Con un Emiliano mas encendido y eufórico que nunca, el grupo se centró en lo que mejor sabe: Dar un espectáculo a toda luz, brillo y habilidad. Desde una puesta de escena igual que el Show montado en Montevideo, y casi sin parar de tocar solo por breves interrupciones, el show fue pura emoción. Al Vacío, fue la primera interpretación, que ya demostraba como se venía el Show. Después continuó el repertorio con pequeñas variaciones: Mas Mejor, Ya Entendi, Voy, No Hay dolor, Fuera de Control, etc. En el transcurso, se dieron el lujo de presentar dos nuevos temas del próximo CD que estará a partir de Julio: Esos ojos y Tu nombre. Hubo un momento retro con canciones jamás (Al menos por mi) tocadas en vivo del primer disco: Dejame Bailar, primer tema del primer disco (Sol de Noche) y Nada para Ver. Y ahí sucedió algo inesperado: Una versión alternativa de un mismo tema, No lo ves en una versión algo cambiada; no necesariamente tiene porque ser mala, pero el oido acostumbrado a un rasgueo mas light después se convirtió en algo mas violento y agradable para el oido. Muy buen recital para despedir Todo es Tan Inflamable en Argentina
Woodstock fue uno de los festivales de rock más famosos de la historia. Tuvo lugar en una granja de Bethel, Nueva York, los días 15, 16 y 17 de agosto de 1969. Fueron tres dias de puro Rock & Roll donde mas de un millón de personas escuchó sin cesar y, con una fuerte prohibición a cuestas a casi 33 bandas, entre ellas Jimmy Hendrix, The Who, Santana, Janis Joplin y The Fish. En el año 1986 la banda inglesa Queen visitó al mítico estadio,de Wembley haciendo del estadio un recital a todo sonido presentándose en dos noches consecutivas (11 y 12 de julio) . Esa fue la única vez que una banda de Rock, llena Wembley en su totalidad. Tranquilamente puedo decir que el 17 de Noviembre de 2007 quedará grabado para muchos de nosotros como el WoodStock del Siglo XX. Mas de 100.000 personas (He llegado a escuchar que dijeron 150.000) se hicieron presentes en el Autódromo Oscar Galves para escuchar a La Renga, en un recital diria yo casi sin precedentes desde que Patricio Rey se separo de sus Redonditos de Ricota y desde que al menos quien escribe tiene uso de razón. Recuerdo si, el último recital de Ramones en River, próximos a su separación en la decada del 90 (1994 para ser exacto) donde mi madre aún tenía poder de desición sobre mi y no me dejó ir. Vale recalcar que fue tan inmenso el poder del recital, como los problemas de sonidos. Ayer llegué incluso a enterarme que La Renga, al tratarse de una banda con sello independiente (Solamente la distribución está a cargo de Sony BMG) está teniendo problemas en lo que respecta el alquiler de los equipos de Sonido. ¿Cual es el problema? Las grandes compañias hacen lo imposible para que ellos firmen y no les dejan alquilar dichos equipos. He llegado a escuchar además, que el propio Indio les ha acercado equipos para que puedan tocar. El recital duró aproximadamente tres horas donde en todo momento se pudo ver a la gente feliz y alegre. El perfil bajo, como siempre se hizo presente a la hora de organizar el show y el "boca en boca" fue mas que suficiente para que todo el mundo supiera donde y cuando era la cita renga. Luego de una serie de shows en el interior del país, en las provincias de Córdoba, Mendoza, La Pampa, Santa Fe, Tucumán, Salta, Corrientes y Misiones; además de haber girado por España, Chile, Paraguay y Uruguay, se podría decir que esta fue la mejor manera con la que podían terminar la gira TruenoTierra con la cereza del postre. Mas de 30 temas entremezclados con los once temas de Trueno Tierra fueron los elegidos por el trio de Mataderos para semejante evento. Algunos que hace mucho que no se escuchan, otros que no se pueden no escuchar, por mas que lo hayamos hecho mil veces. Este recital, quedará marcado como un recital especial en el corazón de muchos de nosotros. Espero que haya sido el primero de varios mega recitales acá en la Argentina.
Las entradas para el show de regreso de las Spice Girls en Londres se agotaron 38 segundos después de que se pusieran a la venta.
Eso demuestra cuanto vende el Marketing en la vida. ¿Cómo puede ser que alguien compre una entrada para ver a un grupo tan decadente? Está bien que cada uno puede tener un gusto particularmente raro (De hecho, seguramente mas de uno debe pensar lo mismo de mi cuando se da cuenta la clase de música que escucho) pero eso ya me parece demasiado. Se entiende que es un Show en su tierra natal, pero con el mismo criterio ¿Cuanto deberia valer una entrada para ver a Sex Pistols? ¿Y a Led Zeppelin? Creo que la comparación es un poco efusiva de mi parte, pero eso demuestra verdaderamente porqué la música se está yendo por lugares adonde no tendría que ir. Muchos dicen que la culpa fue de las drogas y del alcohol, cuando yo digo que en realidad el problema radica en algo mas simple: El dinero.
Viernes 2:25 PM. La sensación de sentir que ya me fui, que ya nada importa en la ciudad, es indescriptible. Como diría mi buen amigo Gustavo F. Napoli, voy a salir de esta ciudad, no da para mas esta historia. Esa sensación de que ya nada importa y relajarme a esperar a que pasen las horas. Saber que faltan sólo 4hs. es relajante. Y lo repito solamente porque estoy tratando de hacer algo que se que no voy a lograr: transmitir esas ganas de irme. Llego tarde a la estación de Buquebús (Como era de esperarse), compro el Olé y entre mensajitos de texto y llamados de despedida, busco un lugar para sentarme y disfrutar de las próximas tres horas de viaje. Pero no! pasados los 45 minutos y después de la lectura de medio diario, me bajo para subir al micro de Colonia a Montevideo y, como a los nenes chiquitos, disponen que tenemos que dormir, apagando la luz. Es muy extraño pensar que después de 45 minutos de viaje, estoy en otro país. Aunque en realidad, no lo parezca. Miro a mi izquierda y me recibe un cartel rojo con letras blancas de Toribio Achaval. Miro a la derecha y veo la globalización en su máxima expresión con una Estación de Servicio de Petrobras y los pequeños placeres de McDonald's a 40p y me pregunto. ¿Habré tomado el barco correcto? Final del Recorrido: Estación tres cruces, bajo y empiezo a caminar como si fuera un experto en la ciudad, dado que, fiel a mi estilo, miré 3 mapas de Montevideo para saber donde ubicarme pero así y todo, decido que lo mejor, a esa altura de la noche, es tomarse un taxi. Llego al Hotel Hispano; desde afuera no dice mucho, pero se que lo importante es lo de adentro, o lo de afuera, mejor dicho. Dejo las valijas, check-in de por medio y ya se empieza a palpitar el recital con la guitarra de por medio; eso que no dejó de sonar ni un solo minuto desde que pisamos tierras orientales. Salimos a recorrer la noche uruguaya, pero salimos con el horario argentino: 4 AM, nadie nos avisó que allá todo termina a las 6 AM y tuvimos que luchar para poder conseguir algún lugar para disfrutar de la noche. Sabado 10:30 AM, maldición, sigue la lluvia y encima nos perdimos el desayuno, no importa, sigo durmiendo. Ahora si. Domingo 6 PM, horario ideal para salir a comprar un Yogurt y merendar hasta la hora del recital. El recital! por momentos parece una mera excusa para alejarse de la ciudad, la principal atracción del viaje, ya no es ir al recital, pero lo sigue siendo. Sigue siendo conocer gente, estar con amigos y decir, que en un momento del 2007, yo me fui a otro lado, solo, aunque sabemos que cuando se apaguen las luces y escuchemos los primeros rasgueos de la Gibson V Firebird del Chizzo será suficiente para que a todos se nos ponga la piel de gallina. Nos ponemos la ropa de guerra (Por si no les dije, llovió toda la tarde): Remera de La Renga, pantalones cortos y zapatillas. Entrada en la mano y a caminar. Las cuadras parecen interminables, el Velódromo queda exactamente en la otra punta de la ciudad y a pesar de los arduos intentos por encontrarnos con los otros argentinos que vienen a ver el recital, somos nosotros tres, caminando y discutiendo sobre el tema apertura del recital: Panic Show, Almohada de Piedra, etc. Que yo quiero que toque La Nave del Olvido, que yo quiero el popurri de canciones, que no, que si. Miramos el reloj y vemos que son las 9 PM, el show está a punto de empezar, y nosotros ahi, todavia a un puñado de cuadras de sentirnos vivos por al menos, un puñado de horas. Empezamos a escuchar gritos y sentimos que se nos cae el mundo a pedazos; nos empezamos a preocupar; la adrenalina nos gana y empezamos a correr desesperados paraa llegar al Velódromo. Cuando estamos entrando sucede el efecto mágico de quedar todos encegecidos con la luz de la luna que se apiada de nosotros y aleja esas nubes tormentosas al menos por los próximos 180 minutos de puro Rock & Roll. Nos posicionamos, intentamos no mirar todo el barro que se empieza a trepar por nuestras piernas, pero el caminar se hace casi imposible; ya nadie le presta atención ni al frio, ni al barro ni a nada. Las banderas se agitan y la gente grita como si fuera la primera vez, como si no los hubieramos visto nunca. Empieza el punteo en LA y de golpe y sin que nadie se de cuenta, MI Mayor hace su entrada para saltar y gritar con Oscuro Diamante; ya no importa más nada, ni las zapatillas, ni el viaje, ni lo poco que dormimos, ni la poca vida nocturna, ni el barro, ni la gente de atrás, ni los problemas cotidianos, ni nada, lo único importante es el lazo entre el sonido y nuestra voz. Ese túnel que se crea entre el público y la banda es algo que siempre me motivó a ir a recitales, a ver esa manera de demostrar cuan necesaria es la música en nuestra vida; de decirles aunque sea desde el anonimato, que puedo pasar toda una tarde escuchando sus canciones y que son las culpables de que me desconcentre en el trabajo, en el estudio, o que me acompañan todas las mañanas en el colectivo, o en la ducha, o en la cama. Un alma totalmente desconocida, se anima a prender una bengala y desatar la fiesta. Miramos extrañados ese espectáculo que hace ya dos largos años no prescenciamos (2 sin bengalas, 4 desde la última bengala en Huracán); nos alegramos, siento esa droga en forma de humo entrar por mis pulmones y sentir que es el mejor momento del año. El Chizzo, primero atina a parar de tocar, por respeto, por la gente, por todos, pero se le nota en los gestos que no está en Argentina y que no puede decir nada. Termina la canción; presentación de por medio, comentario seguido a la bengala, aplausos y sigue la fiesta.
Motoralmaysangre, Almohada de Piedra, El Monstruo que crece, Cualquier Historia, y la lista sigue por casi 2 horas de pura emoción. Estar a metros de la banda y poder gritarles en la cara, es una sensación que no tiene descripción mas que vivirla. Los gritos de la gente, hizo que el chizzo suba la guitarra que estaba un poco baja y no se escuchaba como tenía que ser. Buena performance de Manu con su tema "Entre la Niebla" que sonó mejor que la vez pasada y pudimos disfrutar mas de su mensaje. Y de nuevo, lo que nadie esperaba. Veneno, la balada del diablo y la muerte, cuadrado obviado, la boca del lobo, ruta 40, montaña roja, y el desfile de canciones seguía. Pasadas las 11:30, El chizzo empieza con la misma frase que ya todos conocemos, pero que siempre anhelamos. Se siente en el aire, el viento se prepara para transmitir el final es el donde partí y la canción sugirió lo que todo el mundo quería: Más bengalas. El chizzo se dejó ganar esta vez y no dijo nada, aunque en el fondo se sabe que todos extrañamos ese color, ese humo, esa manera de darle vida a un sentimiento de emoción que recorre en nuestras venas y que sale solo con un puñado de canciones en los recitales, que los hace distintos. No se como definirlo mejor, pero es algo que después de años de no ver, es recordar esos buenos momentos que te marcan para toda la vida. De más está decir que después de lo sucedido, es entendible, aceptable y sostenible la desición de las bandas de rock, pero así como digo esto, digo también que los espectáculos sin bengalas, están incompletos.
Pasada la parte light del recital, todos sabemos que se acerca el final. Nadie lo quiere aceptar, pero sabemos que está ahi. Hacen el famoso popurrí de canciones y nosotros, que ya lo conocemos nos empezamos a poner locos y no paramos de saltar: El Revelde, Blues de Bolivia, Luciendo Mi Saquito Blusero, Negra es mi Alma Negro Mi Corazón, y Panic Show; la frutilla del postre. Miramos el maldito reloj y sabemos que el final, es inevitable; si, todo lo bueno siempre termina y como si fuera una historia de Disney, sabemos que el final, a la medianoche, está próximo y que nadie quiere tener que despertar de este mundo de fantasía. Hablando de la Libertad, es una marca registrada de La Renga; para muchos de nosotros es ir a buscarle una verdad al corazón, encontrar mi lado salvaje; esa canción número 11, renga con todas las letras que nos hizo tener un lugar en el refugio de mis sueños, donde no llega nadie; pero saber que es el final, a uno lo deja con un sabor amargo de saber que todo lo bueno siempre, inevitablemente, termina. La gente se empieza a dispersar y aprovechamos para ir bien adelante, a despedirnos como se debe, aunque sabemos que los vamos a ver dentro de poco, es mucho tiempo. Intentamos en vano tratar de agarrar una pua que nos libre del mal sabor, pero la suerte una vez mas, no está de nuestro lado. Se prenden las luces y empezamos a recordar los momentos vividos, nos reimos de como nuestras piernas aguantaron el barro pegado casí como un virus. Ahora si, nos encontramos con la gente perdida y salimos disparados a comprar una remera suvenir. Imposible, el presupuesto no da para la remera, quedarán los videos y las fotos de este emocionante recital. Volvemos al hotel, previa perdida por la ciudad montevidiana pero disfrutando de hablar de música, de los Simpsons, de la gente de Uruguay, de que hacer a la noche, de que hacer el domingo, de la vida, de todo, de nada. Salimos a vivir la última noche en Montevideo, y mucho no nos cuesta. Ciudad Vieja, siempre dispuesta de alojar a los jóvenes con ganas de divertirse, nos enseña el camino hacia Almodovar. Intentamos saber si el lugar es bueno o no, nos agarra el RRPP de la puerta y nos dice que es el mejor de Uruguay. No nos confiamos ojo, nos quedamos timidamente mirando si entrar o no, pero él, mas vivo que nosotros nos dice que uno de nosotros no pague y eso nos da el empujoncito que faltaba para poder ingresar. Buscamos rapidamente la barra y nos encontramos con que en todo Uruguay, no hay Fernet. Se cayó el cielo. Miramos la hora: 4 AM, esta vez vinimos mas temprano pero no hay que dormirse porque el lugar a las 7, cierra. Pedimos Speed, algo energizante no porque nos falte energía, las ganas siguen intactas, pero el cuerpo empieza a asomar rastros de fatiga muscular que nos tira. Volvamos al principio. ¿Me tomé el barco correcto? Los Piojos, La nueva luna, rafaga, Amar Azul. No solo me equivoqué de barco, volví en el tiempo! No importa, no voy a dejar que nada interfiera en la última noche de Montevideo. Salida: 6 AM, seguimos con la energia push up del Speed y buscamos un Afterhour (Otra cosa que no se encuentra por Uruguay) y encontramos un lugar que abre de 7 a 10 AM! Un éxito; sin dudarlo nos metemos ahí, aunque parece no haber mucha gente; no importa, nosotros vinimos a divertirnos con amigos y eso haremos. 9 AM, ahora si, desayuno al Hotel y vayamos a dormir, nos quedan seis horas antes de que la carroza -perdón, Buquebus- zarpe de esta isla fantasía hacia Capital Federal. 12 AM, no queda otra que despedirse del Hotel y recorrer la ciudad por última vez hasta que sea hora de irse. La ciudad es tranquila de por si, y un domingo al mediodia, parece Ciudad Fantasma lo que hace que uno tenga menos ganas de irse y mas ganas de sentir esa paz que se siente cuando uno camina y no escucha bocinas, gritos, o gente discutiendo. El viaje, sin el recital, no hubiera sido viaje; pero el recital sin el viaje, ¿Hubiera sido EL recital?
Llegada. Caminata desde la 16. Previo Choripan delante de una improvisada fogata para pasar un poco el frío que se siente aún mas al lado del bosque de La Plata. De un lado, gente gritando, contenta y feliz. Del otro, vendedores tratando de localizar alguna posible victima de la venta de remeras. Recital extraño, luego de casi 4 años de no verlos tocar en vivo, en un recital casí sin publicidad, y de golpe verlos en ese escenário giratório. La noche se impacienta y la gente sigue cantando desaforada como si fuera el primer recital de la banda. Se apagan las luces y el humo se camufla con la niebla del bosque; paisaje ideal para gritar hasta quedarse sin voz. Baja el puente, y Chizzo, Tete y Tanque que se posicionan en el santuario para dar inicio a la ocasión. Primeros rasgeos de la Les Paul para comunicarle a la gente, que de fondo ya empieza a sentir "Almohada de Piedra" y todos sentimos que estamos en el cielo. Dos horas de puro sentimiento, calor, sentimiento de completitud y felicidad. Canciones nuevas, canciones viejas, canciones queridas, canciones odiadas, pero para todos los gustos. Dividido en tres partes, ambos conciertos, con una parte de temas "lentos" en donde se apreció El Cielo del Desengaño (Domingo) y La Balada del Diablo y la Muerte (Sabado). Diferencias pequeñas pero importantes entre ambos recitales que hiceron que uno no vaya dos veces a ver lo mismo; El sabado escuchamos un eterno delay en El Rito de los Corazones Sangrando y el domingo vibramos con Veneno y El Juicio del Ganzo. Pero sin lugar a dudas, habrá 6/7 minutos de cada día que me servirán para vivir todo el Mes: Un verdadero popurri de canciones que hacen que uno no pueda dejar de saltar y de cantar, hasta sentir que el aire directamente desapareció del planeta Tierra. Luego de la finalización del "Momento Light" de la noche y, con un merecido descanso de por medio, un grito agónico que decía "Caminito al costado del mundo/por ahí he de andar" empezó ese momento desaforado de verdad. En el momento menos pensado, y ante la sorpresa de todos (Al menos el primero de los dos días) escuchamos el hermoso Blues de Bolívia; y cuanto todos estabamos delirando, nos dimos cuenta de que estabamos por empezar a cantar Buseca y Vino Tinto y para cantar con el último de los suspiros, el estadio entero se desató con Luciendo Mi Saquito Blusero, muchos estaban tan contentos que no se dieron cuenta que en el momento menos pensado, ibamos a querer saltar hasta el cielo con Negra es Mi Alma, Negro mi Corazón para terminar con el YA clásico "OH OH OOOOOHH!" de Panic Show. Artista Invitado de Santuca (La rompió!) ayudando en los acordes para recordar al Rey, Pappo. Recital extraño por momentos pero no por eso menos placentero para los mismos de siempre; extraño por todo el clima que se da en los recitales desde el 2004. Hay que reconocer que le falta cierto... color a esas fiestas, cierta química que ya no hay y no se porqué. ¿Será que me estoy poniendo viejo? Fue raro, del mismo modo, ver a Chizzo con una Guitarra acústica para interpretar Llenado de Llorar y más aún ver cantando a Manu en Entre La Niebla, no porque no me haya gustado la canción, aunque esperaba mucho mas de él en vivo, más poder, bronca, por decirlo de alguna manera.
Y no hay ni habrá ningún recital igual que El Final es en Donde Parti y Hablando De La Libertad con bengalas de colores; benditos seamos todos aquellos que alguna vez pudimos disfrutar de semejante avalancha de emociones...
Espectacular Recital se acaba de vivir. Muchas veces uno se puede dar el lujo de no ser objetivo cuando escribe y hoy, me voy a tomar el atrevimiento. Un recital de pura emoción. Sentimientos compartidos, lágrimas, risas, violencia (porqué no) y mucho calor humano en donde mas de cuatromil almas vibramos con cada rasgueo de la Gibson de Emiliano y Cia. Notas nuevas, para canciones y emociones viejas, arreglos y arpegios meticulosamente introducidos en cada uno de los compases de cada canción para hacernos sentir que no estamos escuchando a la banda de siempre, sinó a una banda nueva que aprovecha para hacer lo que mas le gusta: tocar y llegar al corazón de cada una de las personas que estuvimos ahí presentes. Pasados los minutos de las 9 de la noche, con un simple paradidle con ritmo en tambór y bombo y con un simple acompañados de un simple "De nada sirve, un porque" comenzó el segundo recital de la banda ya consgrada del Uruguay. Con una buena lista de temas, y casi 3 horas ininterrumpidas de pura música, la banda uruguaya supo mostrar su lado mas tierno y mas salvaje claramente diferenciados por un mix de imágenes caseras de como convive no una banda de música, sino un grupo de amigos. Grabaciones y almuerzos junto con los detalles meticulosos de un productor de otro planeta (Fargo, Guitarrista de Gran Martell), y acompañados por Mateo en guitarra acustica y el saxofonista de Abuela Cuca (No recuerdo el nombre, perdón) hicieron uso de todos los recursos para hacernos vibrar en una lucha de emociones. Innecesaria quizá, esa maldita mania de mezclar política con la música, pero bueno, es inevitable que con bandas uruguayas y con el problema de las papeleras, los gobiernos intenten enemistar a los pueblos unidos del sur. El punto máximo sin lugar a dudas se hizo notar en su mas violento hit Al vacío donde todas las almas allí presentes dejaron escapar esos sentimientos de dolor y le dedicamos (porqué no) esa frase a alguna persona perdida en este mundo. Asimismo sucedió con uno de los pilares de su último disco, cuando el compás de Am empezó a sonar y todo el mundo empezó a sentir esa emoción que la voz de Emiliano empezaba a sonar. Era imaginable, que haya algunas diferencias con el recital del Viernes 11, entretanto faltaron algunas canciones de máxima sensibilidad como Cielo de un Solo Color, Voces del Tiempo, nada que criticar obviamente, pero sin lugar a dudas se hicieron extrañar. Terminando luego de pasadas las 11:49 con la misma canción que todos los recitales y con un final casero de batucada.
Gratificaré quién haya grabado el 'final alternativo' de 'Una triste melodia"...
Amar sin nadie, vaya cosa triste. sin nada que abrazar ni nada que nos abrace. Amar con alguien, vaya cosa buena...