Hey You!


Antes que nada, quiero hacer un disclaimer: Si llegaste acá por casualidad o causalidad y esperas encontrarte con un review sobre el recital, podes con todo mi apoyo, salir corriendo. Primero, porque no fue/es un recital; fue una obra magníficamente compuesta tanto desde lo visual, pasando por lo teatral, con un pequeño paso por lo tecnológico hasta lo musical.

El show de ayer tendría que marcar un hito en todos los sentidos posibles. Principalmente es de la industria, quien debería ofrecer montajes así en los shows y, obviamente, mejorar la calidad de sonido. En ese sentido Roger Waters no escatimó en lo mas mínimo para hacernos sentir parte del mismo, desde la música, hasta las voces, con el paso de las balas y los helicópteros. Sean sinceros, mas de uno creyó que un helicóptero estaba volando el estadio.

 

Si, lo se; es contradictorio que la misma pared que él mismo quiso construir para separarse del público (No hay que olvidarse que él estudiaba arquitectura en la universidad) sea la que hoy, como ayer, una generaciones y a miles de personas; pero lo interesante de The Wall es que justamente se la puede utilizar para el momento en el que lo escuches; una pared en blanco puede ser la excusa perfecta para descargar emociones, sentimientos, expresarlos, aislarte o simplemente mirarla y no pensar en nada. Así de vacía, así de completa. Surgida durante una gira de Animals en Montreal, cuando un fanático fue escúpido por Waters, este imaginó construir una pared entre el escenario y la audiencia, lo que llevó posteriormente a la concepción del álbum que finalmente apareció en el año 79. Posteriormente le fueron agregando ladrillos como la guerra, el fracaso sentimental, la violencia, capitalismo e incluso, la locura.

Los primeros cinco minutos fueron mas que suficientes. Si el show hubiese terminado ahí, me habría levantado contento del asiento de River aplaudiendo y me habría ido a mi casa feliz de haber visto tal demostración de calidad sonora (Parlantes 5.1) y visual (Todavía sigo anonadado con la definición de la pantalla). Al recital no hace falta sacarle nada ni mucho menos agregarle para decir que es un antes y un después en la vida de la gente que lo presencia; ni siquiera la dolorosa ausencia de Gilmour se lamenta al saber que se necesitan dos personas para reemplazarlo. Hasta en dicha falta, Roger hace todo lo posible por alegrarte la noche.

Después de mucho análisis, después del necesario descanso del cansancio mental producido por el mismo, podemos empezar a preguntarnos si está bien que haya escenas grabadas de otros recitales e incluso sonidos pre-grabados (La única forma que encontré para descubrir cómo la imagen de la pantalla no se interpone con la animación). Sin embargo, Roger además de un gran músico, compositor y arquitecto es un gran actor, y creo sabe mejor que nadie como hacer para que nadie le de importancia a insignificantes detalles; él siente las canciones, y lo demuestra con todo su cuerpo, con la presencia, con la cara, con la mirada y con las manos. Todavía hay momentos en donde dudo si los sonidos provenían de los parlantes o eran reales, de la fidelidad que tenían los mismos. Incluso aún, al mirar los videos grabados del recital, se me vuelve a erizar la piel, a llenar los ojos de lágrimas de felicidad, al recordar dicho momento y sentir, que la pared de mi interior, se quebró. Para siempre.

Les dejo uno de los mejores momentos de la noche