Hay bandas que uno espera poder escuchar en vivo toda la vida y otras bandas que cree que nunca va a poder hacerlo.
Es raro. Porque si bien mas de una vez me sentí en el momento y lugar equivocado en lo que respecta al movimiento musical actual (ni hablar de la escasez de bandas que llegan al país) de golpe uno empieza a aceptar su destino y se conforma con las grabaciones, los dvds y las remasterizaciones. Desde el momento en el que empecé a escuchar a The Vaccines que fui como cosechando en mi interior la intensión de poder escucharlos en vivo, de poder saltar y vibrar con ellos. Quizá por eso me gustaron en primera medida y sentía que eran una banda para mi. Y la verdad, que no defraudaron en nada.
Los cuatro londinenses son mas que una banda de rock. Son amigos. Amigos que se juntan a tocar, a cualquier hora y en cualquier lugar. Y no importa si hay doscientas o mil personas, suben, desafinan y gritan como la banda de rock que son. Por eso cuando aparecen los cuatro, lo hacen con las luces prendidas, con una cerveza en la mano cada uno. Por eso cuando están tocando Árni Árnason se acerca a Pete Robertson y se ríen juntos.
Son mas que una banda de rock y eso es lo que contagian a pesar de ver claramente que son cuatro personas de personalidades distintas.
El show comienza un poco después de la hora pactada con todo el poder del primer tema de su segundo disco: No Hope y, como era de esperarse, van a ir al rock pesado sin escalas: Wreckin' Bar, Ghost World. Lo mas extraño del mundo es que a pesar de sonar relavitamente alto y, de desafinar a propósito, claramente se escucha la nota correcta y la pesada voz de Justin Hayward-Young.
El bajo junto a la batería son lo mejor de la noche. A Lack of Understanding, Under Your Thumb y All In White, If You Wann hacen explotar la noche y las ganas de saltar, de romper y de gritar. Los cuatro contagian, cada uno a su manera de querer hacer de todo y todo a la vez. La verdad es que no recuerdo la última vez de haber sentido algo así con una banda.
Cualquier solo o final de guitarra como excusa, es momento para que los cuatro se acerquen al corazón de la banda y se junten como si estuvieran en una sala los cuatro solos. Sin que les importe el frío, la gente salieron a demostrar de porque los Rolling Stones quisieron que ellos sean la banda que abra su próxima gira que se iniciará en Hyde Park el próximo 6 de Junio, lugar que los vio nacer por primera vez 44 años antes.
Sobresale también la capacidad de Justin de poder llevar la voz a cualquier nivel que se proponga, donde te puede cantar lo mas tranquilo del mundo en Family Friend o te puede quemar la cabeza con Bad Mood.
También hubo tiempo para mostrar nuevo material llamado Melody Calling que a mi particularmente me encantó demostrando lo versátil que puede ser la banda post ramones o te puede sonar a lo mejor de Iggy Pop.
Lo que mas triste me pone de todo esta mezcla de sensaciones con las que me fui caminando después de haber disfrutado de un recital al cual creí nunca tendría la chance de llegar vivo es que solamente tienen dos discos para poder disfrutar en vivo. Era un recital para que dure toda la noche hasta que nos vengan a echar a todos por la fuerza y así y todo, no nos vayamos.
Confucio se preguntaba: "¿Qué es la muerte? Si todavía no sabemos lo que es la vida". La vida, señoras y señores, es haber estado presente esta noche gritando desaforadamente como si mañana, no existiera...
Es raro. Porque si bien mas de una vez me sentí en el momento y lugar equivocado en lo que respecta al movimiento musical actual (ni hablar de la escasez de bandas que llegan al país) de golpe uno empieza a aceptar su destino y se conforma con las grabaciones, los dvds y las remasterizaciones. Desde el momento en el que empecé a escuchar a The Vaccines que fui como cosechando en mi interior la intensión de poder escucharlos en vivo, de poder saltar y vibrar con ellos. Quizá por eso me gustaron en primera medida y sentía que eran una banda para mi. Y la verdad, que no defraudaron en nada.
Los cuatro londinenses son mas que una banda de rock. Son amigos. Amigos que se juntan a tocar, a cualquier hora y en cualquier lugar. Y no importa si hay doscientas o mil personas, suben, desafinan y gritan como la banda de rock que son. Por eso cuando aparecen los cuatro, lo hacen con las luces prendidas, con una cerveza en la mano cada uno. Por eso cuando están tocando Árni Árnason se acerca a Pete Robertson y se ríen juntos.
Son mas que una banda de rock y eso es lo que contagian a pesar de ver claramente que son cuatro personas de personalidades distintas.
El show comienza un poco después de la hora pactada con todo el poder del primer tema de su segundo disco: No Hope y, como era de esperarse, van a ir al rock pesado sin escalas: Wreckin' Bar, Ghost World. Lo mas extraño del mundo es que a pesar de sonar relavitamente alto y, de desafinar a propósito, claramente se escucha la nota correcta y la pesada voz de Justin Hayward-Young.
El bajo junto a la batería son lo mejor de la noche. A Lack of Understanding, Under Your Thumb y All In White, If You Wann hacen explotar la noche y las ganas de saltar, de romper y de gritar. Los cuatro contagian, cada uno a su manera de querer hacer de todo y todo a la vez. La verdad es que no recuerdo la última vez de haber sentido algo así con una banda.
Cualquier solo o final de guitarra como excusa, es momento para que los cuatro se acerquen al corazón de la banda y se junten como si estuvieran en una sala los cuatro solos. Sin que les importe el frío, la gente salieron a demostrar de porque los Rolling Stones quisieron que ellos sean la banda que abra su próxima gira que se iniciará en Hyde Park el próximo 6 de Junio, lugar que los vio nacer por primera vez 44 años antes.
Sobresale también la capacidad de Justin de poder llevar la voz a cualquier nivel que se proponga, donde te puede cantar lo mas tranquilo del mundo en Family Friend o te puede quemar la cabeza con Bad Mood.
También hubo tiempo para mostrar nuevo material llamado Melody Calling que a mi particularmente me encantó demostrando lo versátil que puede ser la banda post ramones o te puede sonar a lo mejor de Iggy Pop.
Lo que mas triste me pone de todo esta mezcla de sensaciones con las que me fui caminando después de haber disfrutado de un recital al cual creí nunca tendría la chance de llegar vivo es que solamente tienen dos discos para poder disfrutar en vivo. Era un recital para que dure toda la noche hasta que nos vengan a echar a todos por la fuerza y así y todo, no nos vayamos.
Confucio se preguntaba: "¿Qué es la muerte? Si todavía no sabemos lo que es la vida". La vida, señoras y señores, es haber estado presente esta noche gritando desaforadamente como si mañana, no existiera...